un día me di cuenta de que la cerámica y el mar tienen efectos parecidos,
y de que hacer las cosas con calma y según venga la marea te hace mucho más feliz.

así que creé salitre para recordármelo de vez en cuando, y desde entonces no he parado de crear, de probar, de acertar y de fallar, pero sobre todo de aprender.

aprender a observar, a parar, a aceptar lo que sea que traiga la marea.
y con el tiempo me está haciendo más paciente, más sencilla, más cuidadosa,
más tranquila, más feliz.

mis piezas llevan implícita esta historia
y están modeladas a mano de forma única e irrepetible.
así que con ellas te llevas un trocito de mar
y de mí.

espero que las disfrutes,
gracias por vivir según venga la marea. <3